Festival Pròxims

El petit de Cal Eril

Este verano, como viene siendo habitual en los últimos años, se multiplican los pequeños festivales musicales, algunos de ellos nacidos con vocación de sentar precedente. En este caso, hablamos del festival Pròxims, que celebró su primera edición el pasado jueves 21 de julio en el Poble Espanyol (Barcelona), y que reunió a la florinata del pop-rock hecho en Catalunya (y en algunas ocasiones, cantado en català)

Lejos quedan los tiempos en que rock català era sinónimo inequívoco de Sopa de Cabra, Els Pets y Sangtraït para los cañeros y Sau para los que estaban “Boig per tu”. En el siglo XXI la música hecha en Catalunya rebosa algunos de los nombres más exitosos del panorama musical independiente o no. Algunos de estos nombres se reunieron en el Poble Espanyol sin reivindicaciones más allá del reconocimiento a un movimiento musical más que prolífico.

Mujeres

Los grupos cabeza de cartel, encargados de cerrar el festival, fueron los reconocidísimos Standstill y Antónia Font. Antes de ellos salieron al escenario Anímic, El Petit de Cal Eril, Mujeres y Mishima, que pasaron por el escenario en modo relámpago y casi sin probar sonido para ceñir el horario al máximo. No tenemos calificativos para el lamentable maltrato de sonido que algunas bandas recibieron. Fue una pena ver cómo bandas como Mujeres peleaban por hacer sonar sus instrumentos mientras miraban hacia los técnicos con cara de incomprensión. Incluso los grandes Mishima tuvieron serios problemas de sonido.

Aspecto del Poble Espanyol

A pesar de una apuesta segura y nada arriesgada de un cartel en que se echaron de menos más bandas emergentes, y con tan mala fortuna de celebrarlo un jueves, el festival Pròxims no logró llenar el Poble Espanyol hasta su recta final. El balance, como siempre, es muy positivo para unos y bastante para otros. Objetivamente, fueron unos 5.000 los asistentes congregados. El recién creado festival nos dejó serias dudas de la rentabilidad y continuidad del evento en futuros años. La idea del festival nos parece idílica, pero esperamos estar equivocados y ver, en años sucesivos, nuevas bandas Catalanas reunidas en un marco tan bonito como el Poble Espanyol. Debemos reconocer que los rumores y las sensaciones del público al volver a la realidad eran positivas. Falta ver ahora si el festival es capaz de evolucionar mejorando sus dificultades, ofrecer una verdadera propuesta innovadora y de calidad y sacrificar quizá la alta densidad del cartel para permitir que los músicos puedan subir a escena en condiciones.

Mishima

Texto y fotos: Javi García Solana y Sonia Jambrina